Son variedades únicas y poco conocidas, cuyo sabor y textura excepcionales suponen una verdadera explosión para los sentidos.

Barcelona, 25 de septiembre de 2012.- Meta de cabra, Pit de monja, Cor de bou, Negre de Gisclareny, Pare Benet y Rosa de Mura, son los sugerentes nombres de ciertas variedades de tomates, todas ellas exquisitas, aunque poco conocidas y difíciles de encontrar, que llegan a la mesa del Grupo SAGARDI gracias a la estrecha colaboración que mantiene con la familia Rovira. Son tomates de payés procedentes de la comarca catalana de El Berguedà, concretamente de Sagàs, donde la familia Rovira tiene sus tierras, unas plantas por lo general poco productivas, delicadas y con una temporalidad más tardana que los tomates de otras zonas, pero con un sabor y textura excepcionales.

Grupo SAGARDI ha trabajado estrechamente con la familia Rovira en la selección de las semillas hasta obtener ejemplares bien diferenciados y con unas características organolépticas muy concretas, contribuyendo de esta manera a su lenta recuperación. Los tomates se recolectan cada semana en su mejor momento de maduración para ofrecer en todos los establecimientos del Grupo un producto único y excepcional. Para que los tomates puedan ser degustados en las óptimas condiciones, ambas partes realizan un gran esfuerzo en lo que se refiere tanto a la recolección como al despliegue logístico que supone poder consumir al cabo de un día unos tomates que han madurado en la mata.

Esta iniciativa responde a la filosofía de Grupo SAGARDI de ofrecer una gastronomía de los orígenes, auténtica, con propuestas muy vinculadas a la tierra y al producto. Según Iñaki Lz de Viñaspre, presidente de Grupo SAGARDI: “Nuestra cocina es cien por cien de producto, por lo que cuidamos con esmero la calidad y autenticidad de nuestras materias primas. Queremos que nuestros clientes puedan disfrutar de productos únicos de excepcional calidad”.

La principal sugerencia del chef para degustar los tomates de payés es una refrescante ensalada de tomate y guindilla fresca de Ibarra, aderezada con sal marina y aceite de oliva virgen extra arbequino D.O. Siurana (Tarragona), que se sirve como entrante o acompañando un exquisito pescado a la parrilla o una sabrosa txuleta. Un manjar que supone una auténtica explosión para los sentidos y que podrá disfrutarse en todos los establecimientos Sagardi, Irati, Orio, Euskal Etxea y Golfo de Bizkaia, ubicados en Barcelona, Madrid y Valencia, hasta finales de octubre, o mientras que las plantas y las tormentas de otoño lo permitan.