Estamos en plena temporada del Bonito del norte, un producto excepcional que apreciamos muchísimo y que es insignia de la temporada de verano en nuestras cocinas.

El bonito es un producto muy ligado a la tradición y cultura pesquera vasca.
A nosotros nos los pescan a caña, uno a uno, los compañeros del Itsas Lagunak (Amigos del mar). Que respetan el ritual tradicional de pesca, para convertirse en uno de los mejores proveedores de Bonito del Norte del País Vasco.

La campaña suele durar desde el mes de junio hasta principios de octubre, puesto que es la época en la que el bonito del norte, que ha pasado el invierno en aguas próximas a las Azores, se desplaza al Cantábrico con el objetivo de alimentarse (de anchoas, chicharros, verdeles), y para reproducirse. Siendo este su momento de máximo esplendor y vigorosidad. El momento ideal para pescarlo, puesto que su carne no solo es más sabrosa, sino que también jugosa y tierna.

 

 

Un auténtico manjar para el alma, pero también un alimento maravilloso desde la perspectiva nutricional. Riquísimo en ácidos grasos omega 3.

Los arrantzales (pescadores) del Itsas Lagunak utilizan la pesca con anzuelo, puesto que es la más sostenible y respetuosa con el mar, y porque además permite conservar la textura firme de las piezas, que cuando son pescadas con red se ven mucho más magulladas.
Además también es una bonita forma de preservar el patrimonio inmaterial que constituyen las técnicas artesanales de pesca, sabiduría de nuestros ancestros.

 

 

En Sagardi le sacamos el máximo provecho a este producto excepcional.

Por ejemplo, con el Marmitako de bonito, un plato imprescindible de la cocina marinera de las costas de Euskadi. Un guiso de barco, sencillo pero lleno de sabor. Que nace de la necesidad y del aprovechamiento. De la vida en el mar de los pescadores.

 

 

Otro de los platos clásicos de la cocina vasca es el Bonito con tomate, plato tradicional de las sociedades gastronómicas o Txokos en Euskadi.

Una opción ideal para disfrutar de la deliciosa carne blanca y tersa del bonito combinada con nuestra salsa de tomate de temporada y las guindillas de Ibarra frescas. Platazo de verano para verdaderos amantes de la cocina vasca tradicional.

 

 

Fuera de carta también podemos encontrar la Ventresca de bonito a la parrilla, un producto sutil con un punto graso que hace las delicias de los más sibaritas. La parrilla de carbón de encina y nuestra clásica donostiarra son sus mejores aliados.

 

 

Platos que nos conectan con la verdadera cocina de raíz vasca.

Pero eso no es todo, porque en Cadaqués el bonito es el protagonista del mar y montaña más atrevido, una propuesta que está dando mucho que hablar: ventresca de cerdo ibérico con panceta de Bonito de Ondarroa — o al contrario pero es lo mismo —. Una combinación fresca y desenfadada, en la que colocamos dados de bonito maridado con jengibre y lima; con un poco de cebolla bien pochadita, sobre una rodaja de panceta de cerdo ibérico, criado con mucho cuidado en Cal Rovira.

 

 

Distintas maneras de disfrutar de un producto de temporada maravilloso, con mucha historia y tradición.
¡On egin!