Es sin dudad un plato imprescindible en todas nuestras mesas durante estos meses, los Tomates de caserío. Un manjar directo de la huerta al plato.

La receta es sencilla y secreto no tienen ninguno, tomates maduros de diferentes variedades, guindilla fresca y un chorrito de aceite y sal. Pero detrás de un plato que es todo sabor está el trabajo en nuestras huertas propias.

Nuestros tomates de caserío provienen de la huerta propia de SAGARDI, sin intermediarios, maduran en la propia planta y se recolectan en su mejor momento para poder presentarse en su máxima expresión en las mesas de los restaurantes durante los meses de verano.

Las variedades que trabajamos son el fruto de una selección de las semillas hasta obtener ejemplares bien diferenciados y con características muy concretas. Son semillas que se han ido trabajando desde mucho tiempo y que se están recuperando poco a poco. Poco productivas pero con unas características organolépticas excepcionales.

Cada semana llegan a los restaurantes de Grupo SAGARDI las diferentes variedades de tomates que se plantan en nuestras huertas, variedades antiguas, puras y libres de transgénicos. Nunca son las mismas, ya que van variando según nos dicta la huerta.

Sabrosos, carnosos, dulces, como los tomates de antes. Un plato fresco que combina a la perfección con cualquiera de nuestros platos.